El Real Madrid saltó al césped con las ausencias de Xabi Alonso y Özil en el once. Mourinho decidió dar descanso a los dos futbolistas encargados de fabricar el juego del equipo pensando en el inminente encuentro de Champions del martes. Enfrente, un Levante con una línea de cinco defensas y todos muy juntitos cerrando la portería de Munúa. De poco le sirvió a Luis García las precauciones. A los seis minutos, Di María encara en el pico del área a dos defensores de los que se va sin problemas, tumba a Del Horno y su centro al área es rematado a placer por Benzema. 1-0 y encuentro encarrilado. A partir de ahí los de Mourinho comenzaron a crear ocasiones de gol. Cristiano Ronaldo, muy incisivo todo el partido, lo tuvo en dos ocasiones pero entre Munúa y la mala suerte el balón no quiso entrar.
Sólo era cuestión de tiempo que el Madrid hiciese otro tanto. A los 40 minutos, falta botada de manera muy potente por CR7 que Carvalho, en la línea de gol, y con la rodilla, convierte en el segundo de la noche. 2-0. Partido cerrado al descanso. El Levante no creó ni una ocasión a un Adán que vivió una de las primeras partes más tranquilas de su vida.
La segunda mitad comenzó como acabó la primera. Con un Real Madrid acumulando ocasiones de gol y un Levante un pelín más estirado pero sin capacidad para hacer daño en ataque al equipo blanco. En el 64’ Cristiano tuvo el 3-0 pero su remate de cabeza se lo sacó bien Munúa, que impidió una goleada del Real Madrid con su actuación en el Bernabéu.
Mediada la segunda mitad el partido entró en una fase anodina y Mourinho decidió mover el banquillo buscando algo más de chispa. Así, en el 75’ Özil y Adebayor saltaron al césped sustituyendo a Kaká y a Di María. La magia del alemán se dejó sentir nada más salir. Buena combinación en ataque del Real Madrid y Özil mete un balón perfecto a Ronaldo, que no puede batir al meta del Levante para desespero del portugués, que buscó el gol con ahínco todo el encuentro. Mientras, el Levante seguía sin inquietar lo más mínimo a Adán, que soportó estoicamente la lluvia que cayó en Madrid y fue un espectador más.
Así se llegó al final de un partido que el Real Madrid resolvió por la vía rápida. Los de Mourinho se colocan a dos puntos del liderato y ahora, con el objetivo cumplido, toca centrarse en la Champions. El martes vuelve la Copa de Europa y ante un viejo conocido, el Lyon.
Sólo era cuestión de tiempo que el Madrid hiciese otro tanto. A los 40 minutos, falta botada de manera muy potente por CR7 que Carvalho, en la línea de gol, y con la rodilla, convierte en el segundo de la noche. 2-0. Partido cerrado al descanso. El Levante no creó ni una ocasión a un Adán que vivió una de las primeras partes más tranquilas de su vida.
La segunda mitad comenzó como acabó la primera. Con un Real Madrid acumulando ocasiones de gol y un Levante un pelín más estirado pero sin capacidad para hacer daño en ataque al equipo blanco. En el 64’ Cristiano tuvo el 3-0 pero su remate de cabeza se lo sacó bien Munúa, que impidió una goleada del Real Madrid con su actuación en el Bernabéu.
Mediada la segunda mitad el partido entró en una fase anodina y Mourinho decidió mover el banquillo buscando algo más de chispa. Así, en el 75’ Özil y Adebayor saltaron al césped sustituyendo a Kaká y a Di María. La magia del alemán se dejó sentir nada más salir. Buena combinación en ataque del Real Madrid y Özil mete un balón perfecto a Ronaldo, que no puede batir al meta del Levante para desespero del portugués, que buscó el gol con ahínco todo el encuentro. Mientras, el Levante seguía sin inquietar lo más mínimo a Adán, que soportó estoicamente la lluvia que cayó en Madrid y fue un espectador más.
Así se llegó al final de un partido que el Real Madrid resolvió por la vía rápida. Los de Mourinho se colocan a dos puntos del liderato y ahora, con el objetivo cumplido, toca centrarse en la Champions. El martes vuelve la Copa de Europa y ante un viejo conocido, el Lyon.
En mi opinión, el Real Madrid mereció marcar más goles de los obtenidos
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