Se preveía un partido intenso y duro en el Calderón. El 3-1 de la ida era un buen aval, pero nadie del Real Madrid se fiaba del Atlético. Pero los rojiblancos no están para hazañas. Los madridistas salieron muy serios en defensa y buscando una contra para hacer un gol que cerrase de manera definitiva la eliminatoria. Los locales, sin el Kun Agüero, perdieron por lesión a Reyes en el minuto 22 de juego. Un minuto después iba a llegar el 0-1. Pase de Sergio Ramos al interior del área para que Cristiano Ronaldo empale la pelota al fondo de la meta defendida por De Gea. El Atlético se vio en un minuto sin su mejor jugador y con un gol en contra. Ahí se acabó el partido y las pocas esperanzas de remontada de los de Quique Flores. La primera parte transcurrió sin un solo sobresalto para la meta defendida por un inédito Casillas.
La segunda mitad comenzó con un Atlético algo más intenso en ataque, pero Casillas detuvo sin problemas los flojos disparos de Diego Costa y de Fran Mérida. Pero fueron fuegos de artificio, los locales se sentían y se sabían inferiores ante un Real Madrid que tan sólo necesitó oficio y seriedad para llevarse un partido que supo manejar a la perfección desde el minuto 1.
Mourinho, con el partido controlado, se decidió a hacer cambios en el once. Granero entró por Di María en el minuto 68 y Kaká hizo lo propio por Özil en el 74 de juego. Los blancos eran amos y señores del partido ante un Atlético impotente y sin respuesta ofensiva para hacer daño al Real Madrid. El partido fue muriéndose entre vanos intentos colchoneros de acercarse a Casillas y alguna que otra arrancada explosiva de Cristiano Ronaldo buscando el 0-2 en el marcador. La nota negativa la puso la lesión de Khedira, que se marchó en el 82 y su lugar en el campo lo ocupó Gago. Una última jugada de Kaká pudo acabar con un gol de Cristiano, pero Filipe lo evitó en última instancia. Así se llegó al final.
El Real Madrid se vuelve a meter en una semifinal de Copa cinco temporadas después y jugará ante el Sevilla en una eliminatoria que se presenta apasionante, pero antes toca la Liga. El domingo visita el Mallorca el Bernabéu, con un viejo conocido en el banquillo, el danés Michael Laudrup.
La segunda mitad comenzó con un Atlético algo más intenso en ataque, pero Casillas detuvo sin problemas los flojos disparos de Diego Costa y de Fran Mérida. Pero fueron fuegos de artificio, los locales se sentían y se sabían inferiores ante un Real Madrid que tan sólo necesitó oficio y seriedad para llevarse un partido que supo manejar a la perfección desde el minuto 1.
Mourinho, con el partido controlado, se decidió a hacer cambios en el once. Granero entró por Di María en el minuto 68 y Kaká hizo lo propio por Özil en el 74 de juego. Los blancos eran amos y señores del partido ante un Atlético impotente y sin respuesta ofensiva para hacer daño al Real Madrid. El partido fue muriéndose entre vanos intentos colchoneros de acercarse a Casillas y alguna que otra arrancada explosiva de Cristiano Ronaldo buscando el 0-2 en el marcador. La nota negativa la puso la lesión de Khedira, que se marchó en el 82 y su lugar en el campo lo ocupó Gago. Una última jugada de Kaká pudo acabar con un gol de Cristiano, pero Filipe lo evitó en última instancia. Así se llegó al final.
El Real Madrid se vuelve a meter en una semifinal de Copa cinco temporadas después y jugará ante el Sevilla en una eliminatoria que se presenta apasionante, pero antes toca la Liga. El domingo visita el Mallorca el Bernabéu, con un viejo conocido en el banquillo, el danés Michael Laudrup.
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